Bievenid@s

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lunes, 21 de junio de 2010

Teoría de la Compensación Relativa

Es injusto nuestro mundo. Esto es algo que necesariamente aprendemos con el pasar de los años, sea con las experiencias de otros o con las propias. Pero si hay algo cierto es el hecho de que de alguna manera u otra existen agentes en el universo, externos para cada situación, que se encargan de equilibrar o compensar relativamente las injusticias, precariedades y vicisitudes por las que atravesamos los seres humanos.

La ocurrencia de un huracán, a pesar de lo desastroso que puede resultar en términos de pérdidas humanas y materiales, es un método “pragmático” de la naturaleza para neutralizar, aunque sea momentáneamente, la contaminación del agua, aire y suelo. No elimina la polución por completo, pero le da un respiro al Medio Ambiente, de ahí se deriva la relatividad de este tipo de compensación. Lo mismo aplica para las relaciones sociales, laborales, comerciales y de cualquier otro tipo entre los seres humanos.

Analógicamente con la Ley de Conservación de la Energía, podemos asegurar que nuestras acciones y decisiones no se “crean ni se destruyen”, sino que se transforman en resultados, hechos o situaciones que adquieren un carácter cíclico en el devenir del tiempo. De alguna manera, a veces de la forma menos pensada o esperada, cada una de las decisiones que tomamos o acciones que emprendemos rompen con el orden establecido, generando un ciclo que inexorablemente concluirá con una Compensación Relativa o son los agentes externos que vienen a restaurar el equilibrio perdido quizás hace miles de años atrás. Una conceptualización coloquial que resume de cierto modo los postulados de esta teoría es aquella de que “el que la hace la paga”.

Unos le llaman karma, otros le llaman destino, otros se atreven a llamarlo la voluntad de Dios… No me agrada lo impositiva y autoritaria que resulta ser la palabra destino, no creo que Dios tenga tiempo de involucrarse con la más mínima decisión que tomemos (Él no es tonto, para algo inventó el libre albedrío) y ni siquiera sé con exactitud lo que karma significa, pero el hecho de que existe algo o alguien que se encarga de equilibrar el universo es casi irrebatible. No sé, me he imaginado un batallón de ángeles, uniformados, metódicos, rígidos e implacables laborando en el “Departamento de Compensación y Equilibrio, División América Central y El Caribe”.

El caso es que cuando todo esté saliendo mal, de alguna manera tendremos algún tipo de compensación y cuando todo esté saliendo bien… bueno, la Ley de Murphy se encargará del resto.

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